domingo, 27 de junio de 2010

MARCAPÁGINAS: DOROTHY PARKER. NARRATIVA COMPLETA

Descubrir a Dorothy Parker conlleva sumergirse de lleno en la vida de la alta sociedad frívola, elitista y de moral intachable, al menos de cara a la galería, de los Estados Unidos de la primera mitad del siglo XX. En sus relatos observamos por la mirilla a jóvenes desesperadas por encontrar un buen marido; matrimonios con escasa comunicación entre ellos, pero con una prolífica presencia en las fiestas más selectas; reuniones de señoras para tomar té o participar en actos benéficos; damnificados por la Ley Seca que mantienen su afición por la bebida en la clandestinidad... Y todos esos personajes se nos presentan, casi como si de caricaturas se tratasen, bajo el prisma de la ácida ironía de una culta y refinada Parker.
Esta Narrativa completa reúne cronológicamente los relatos publicados por la escritora a lo largo de su vida en revistas tan prestigiosas como Vanity fair, Harper's Bazaar, Vogue o The New Yorker. Hay quien puede considerar que trata asuntos excesivamente banales; pero lo que es indudable es que denuncia las contradicciones de lo cotidiano y refleja con sarcasmo y ternura los cambios en la sociedad norteamericana tras la Segunda Guerra Mundial.
Aunque gozó de una gran popularidad por el peculiar estilo de sus poemas, relatos y críticas teatrales, y se codeó con grandes escritores del momento como James Joyce, Ernest Hemingway o Scott Fitzgerald, lo cierto es que la crítica literaria de la época no valoró con la justicia que se merecía la obra de Dorothy Parker hasta finales de los años 70, una vez fallecida ésta.

En el fondo, Parker era una auténtica provocadora y una adelantada a su tiempo. ¿Feminista? No sé si tanto como eso; pero sí era crítica con el prototipo de mujer florero y sumisa. Era el prototipo de neoyorkina "moderna" que después tantas veces ha retratado el cine; para el mundo deslenguada y pionera y, al mismo tiempo, frágil y desgraciada en la intimidad. Vital y autodestructiva, independiente y desesperada; fue una persona con un dramático conflicto interno. Se divorció en varias ocasiones, era fumadora y bebedora y se intentó suicidar dos veces. Teniendo en cuenta este perfil y sus ideas izquierdistas (en esta obra está incluído un emotivo cuento sobre unos milicianos en Valencia, durante la guerra civil española), era normal que la puritana sociedad norteamericana no fuera demasiado dada a alabar sus méritos literarios.
En cambio, años después es imposible no reconocerla como una autora ingeniosa, mordaz y políticamente incorrecta, que supo sacar punta a situaciones corrientes, que todavía hoy resultan actuales. Pero no todo es perfecto: recomiendo consumirla en pequeñas dosis, porque a veces resulta demasiado reiterativa.
Para gente con ganas de reírse con la alta sociedad, sin despeinarse ni descuidar la manicura.

"-Vaya, así que tenemos sopa de tomate -observó su marido.
-Sí, te gusta, ¿verdad?

-¿A mi? Oh, sí, claro.
Ella le sonrió.
-Sí, pensé que te gustaría.

-A ti también te gusta, ¿no?

-Por supuesto. Me gusta muchísimo. La sopa de tomate me entusiasma.
-Sí, no hay nada mejor que una sopa de tomate en una noche fría -comentó él.

Probablemente habían tomado sopa de tomate tres veces al mes durante su vida matrimonial (...). La señora Weldon sonrió cortésmente. No se le ocurría ninguna manera de prolongar la charla. Al fin y al cabo, ¿de qué hablaban los matrimonios cuando estaban a solas?".

1 comentario:

Verónica Rodríguez dijo...

Las historias que relata Parker podrían ser, en muchas ocasiones, perfectamente de este siglo. Sin duda va en contra de una mujer políticamente correcta y destinada a un matrimonio modelo que destierra su felicidad y autonomía. Gracias David, por presentarme a Mrs. Dorothy