Hace unos meses, la presencia del Rey Juan Carlos en una cacería de elefantes en Botswana generó una gran polémica que sólo se mitigó con el perdón público e histórico del monarca. Poco después, la ONG WWF decidía eliminar el cargo de presidente honorífico de la organización conservacionista, que ostentaba el Borbón desde su fundación, en 1968. Aquel episodio me sirve de excusa para repasar algunos de los paquidermos más célebres que se han paseado por la pantalla de cine.
"Lo que nunca vi ni espero ver es a un elefante volar". Eso cantaba los cuervos animados (y andaluces, en la versión latina) de Disney en la mítica Dumbo (1941), inspirada en el cuento infantil Dumbo, el elefante volador, de Helen Aberson. El podre Jumbo Jr. se nos metió en el corazón con sus alegres ojos azules y sus enormes orejas, que le permitían alzar el vuelo cual pájaro, siempre acompañado por el ratón Timoteo, su párticular Pepito Grillo.
También animados eran los elefantes Tantor, Horton y Kan Kluay. El primero, miedoso y algo neurótico, era uno de los fieles amigos del Tarzán (1999). El segundo, torpe y generoso, es la única esperanza para sobrevivir de Villaquién, una diminuta comunidad microscópica que habita en una mota de polvo. La película se llama como su protagonista, Horton (2008). Por último, Kan es el héroe de la cinta tailandesa El elefante azul (2006). Tan pequeño como valiente, hace lo posible y lo imposible por encontrar a su padre.
Menos amistosos eran los protagonistas de La senda de los elefantes (1954), dispuestos a destrozar la plantación de té propiedad de los personajes de Elizabeth Taylor y Peter Finch en Ceylán. Cuando ruge la marabunta versión paquidermos...
Danny Glover y Ray Liotta están al frente de Operación elefante, una disparatada comedia localizada en la guerra de Vietnam. Una unidad especial del ejercito norteamericano tiene una complicada misión: trasladar a uno de estos mamíferos hasta una aldea cercana. Sólo os adelanto que, como Dumbo, el pobre animal también vuela. Para ser exactos, practica paracaidismo.
En la reciente Agua para elefantes (2011), un joven veterinario (Robert Pattison) y una guapa amazona (Reese Witherspoon) viven un apasionado romance en el circo donde trabajan. Amor entre trompas...
Y terminamos este repaso con un título en el que, curiosamente, no aparece ningún animal: El hombre elefante (1980), de David Lynch. Ese era el apodo de Joseph Merrick, personaje real en el que se inspira la película, por culpa de las terribles malformaciones que sufría en su rostro. John Hurt, el actor principal, llegó a estar nominado al Óscar por este papel.
En tierra firme o por el aire, animados o reales, todos estos elefantes forman parte de la historia del séptimo arte, aunque no reciban premios ni pisen la alfombra roja. Seguro que pronto se sumarán otros especímenes... siempre y cuando su majestad no pase por allí.
1 comentario:
Cazar elefantes debería estar prohibido. ¿Cómo es alguien capaz de disparar a este noble animal?
Save the elephants!
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