martes, 20 de enero de 2009

LA HORA DE LA VERDAD PARA OBAMA

Hoy es un día que será recordado en los libros de historia: esta tarde Barak Hussein Obama tomará posesión de su cargo como presidente de Estados Unidos tras su victoria electoral el pasado mes de noviembre. Y no sólo se trata de un acontecimiento especialmente reseñable porque vaya a ser el primer dirigente negro de la Casa Blanca, hecho por otra parte inimaginable hace sólo unas décadas.
El inicio de la era Obama supone el fin de un largo período de decisiones erróneas, opacidad, violencia, mentiras y desinformación. Los ocho años de la Administración Bush serán recordados como una de las etapas más nefastas de la historia de Estados Unidos, especialmente en lo que política exterior se refiere. Irak y Afganistán, la crisis económica, el desprecio hacia los acuerdos internacionales de protección del medio ambiente y Guantánamo son algunas de las patatas calientes que el nuevo presidente se va a encontrar sobre la mesa del despacho oval en las próximas horas. Y, a nivel interno, deberá tomar serias decisiones en áreas como la educación, las pensiones y la sanidad. Los ciudadanos norteamericanos han depositado todas sus esperanzas en su nuevo presidente y esperan un cambio de rumbo radical. El famoso "Yes, we can" ha calado hondo y ahora es el momento de pasar a los hechos. Probablemente no lo tendrá fácil. Hay quien piensa que se han creado demasiadas expectativas en torno a la figura de Obama. También todos los gobiernos occidentales están pendientes de sus pasos. Convertirse en un superhéroe o en un fraude parecen ser las dos únicas opciones que se presentan en el horizonte. El tiempo dirá.

Por el bien del pueblo americano y del resto del planeta esperemos que Barak Obama, presidente 44º de Estados Unidos, pase a la historia no sólo por su color de piel, sino sobre todo por sus sabias decisiones y por ser un estadista valiente, capaz de enfrentarse a los intereses de los que realmente mandan. Comienza la hora de la verdad para Obama.

2 comentarios:

Verónica Rodríguez dijo...

Esperamos que la elección del nuevo presidente cambie el rumbo de muchos asuntos de urgente revisión. Que EFECTIVAMENTE se ponga las pilas para que mejoren las condiciones de vida, no sólo de los ciudadanos norteamericanos, sino de los de todo el mundo. Nos lo merecemos después de tantas barbaridades.
Aunque no quiero pecar de ilusa incondicional de la causa obamariana, me uno a la esperanza de un futuro distinto.

Un abrazo muy fuerte, David

Anónimo dijo...

Y esa tarde, mientras Obama estaba siendo investido... ¡tú y yo quedamos a tomar una coca-cola! :-P ¿Te acuerdas? jeje... La verdad es que tengo ganas de que pase un ao, al menos, para ver qué tal lo hace. Por ahora está tomando medidas bastante progresistas para EEUU... Un abrazote pequeño!