Wilt, probablemente la novela más famosa del escritor inglés Tom Sharpe, destila ironía, crítica social y un fino humor negro en cada página, en cada párrafo. Constituye un buen ejemplo de lo que, hoy en día, llamaríamos literatura políticamente incorrecta. Porque Sharpe se ríe de todo y no deja títere con cabeza; ridiculiza a la Iglesia, a la policía, la moda, el matrimonio... Eso sí, lo hace con elegancia, cierta gracia y una estilo narrativo ameno y desenfadado.
Henry Wilt, el protagonista, se presenta como un hombre fracasado profesionalmente y hastiado de su esposa, la exuberante e ingenua Eva, un personaje entrañable y desesperante a partes iguales. Wilt fantasea con la idea de eliminar a su mujer y poder empezar de nuevo. Y, muy bien sin saber cómo, ambos se verán envueltos en una surrealista trama pseudopolicial, con secuestros y muñecas hinchables incluidos. En resumen, es un relato sencillo y hasta cierto punto facilón, pero agradable y difícil de olvidar.
Para admiradores de detectives torpes (inspector Gadget y similares), y personas que necesitan un estímulo (legal, por favor), para sentirse libres otra vez.
"Wilt, en la sala de interrogatorios, apoyó la cabeza en la mesa. Volverían al cabo de un momento con más preguntas, pero unos instantes de sueño eran mejor que nada. Dormir. Ay, si le dejaran dormir. ¿Qué le había dicho Flint? "En cuanto firme usted una confesión, pordrá dormir cuanto quiera". Wilt consideró el comentario y sus posibilidades. Una confesión. Pero tendría que ser lo bastante plausible para mantenerles ocupados mientras descansaba él un poco; y, al mismo tiempo, tan imposible que la rechazase el tribunal. Una táctica dilatoria para dar tiempo a Eva a volver y demostrar que era inocente".
Para admiradores de detectives torpes (inspector Gadget y similares), y personas que necesitan un estímulo (legal, por favor), para sentirse libres otra vez.
"Wilt, en la sala de interrogatorios, apoyó la cabeza en la mesa. Volverían al cabo de un momento con más preguntas, pero unos instantes de sueño eran mejor que nada. Dormir. Ay, si le dejaran dormir. ¿Qué le había dicho Flint? "En cuanto firme usted una confesión, pordrá dormir cuanto quiera". Wilt consideró el comentario y sus posibilidades. Una confesión. Pero tendría que ser lo bastante plausible para mantenerles ocupados mientras descansaba él un poco; y, al mismo tiempo, tan imposible que la rechazase el tribunal. Una táctica dilatoria para dar tiempo a Eva a volver y demostrar que era inocente".
1 comentario:
Hola david,con tus criticas ocomentarios literarios,me estas despertando las ganas de leer que hace tiempo que perdí un besito M.J.
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