sábado, 19 de junio de 2010

EL PEQUEÑO CLUB DE LAS PALABRAS CURIOSAS (V)

Hoy se celebra el segundo "Día del Español". No, no se trata de un fiesta patriótica en conmemoración del macho hispánico ni nada por el estilo. El Instituto Cervantes ha elegido esta fecha para celebrar una serie de actos y celebraciones en los 73 centros que posee en 42 países de los cinco continentes, con el objetivo de difundir la cultura española e hispanoamericana.
Según un informe de la institución pública, actualmente el español lo hablan 450 millones de personas; además, es ya la segunda lengua del mundo por número de habitantes nativos, el segundo idioma de comunicación internacional y el tercero más usado en Internet, por detrás del inglés y del chino.
Conclusión: nuestra lengua goza de una salud excelente. Buen día, por tanto, para incluir nuevas palabras olvidadas en El pequeño club de las palabras curiosas. Empezamos con una con dos acepciones: gandumbas.

"Gandumbas: 1. Haragán, dejado, apático. 2. Testículos".

El mundo está lleno de gandumbas, en todos los sentidos. Por cierto, algún día analizaremos el rico vocabulario de nuestro idioma en relación a los órganos sexuales, tanto masculinos como femeninos. ¡Qué fino queda eso de "no me toques las gandumbas"! Segunda palabra: palanganero.

"Palanganero: Mueble de madera o hierro, por lo común de tres pies, donde se coloca la palangana para lavarse, y a veces un jarro con agua, el jabón y otras cosas para el aseo de la persona".


A muchos os parecera un mueble prehistórico y sólo lo habréis visto en las películas de época, pero lo cierto es que todavía está presente en muchas casas de pequeños pueblos y aldeas. Y los que sí proliferan por todas partes son los juzgamundos.

"Juzgamundos: Persona murmuradora".

El cotilla de toda la vida, vamos. Terminamos con una bonita palabra que así, a primera vista, podría parecer un insulto.

"Nefelibata: Dicho de una persona: Soñadora, que anda por las nubes".

Formada con las voces griegas nephéle (nube) y bates (el que anda), es un cultismo que se incluyó en el Diccionario de la Real Academia en la edición de 1984. Seguro que todos conocemos a alguna nefelibata, como la pequeña Alicia creada por Lewis Carroll.

Y para despedir este artículo, nada mejor que una reflexión del desaparecido José Saramago que podría servir como estandarte de esta sección:
"No hay palabras nuevas ni palabras viejas. Hay palabras. Siempre cabe la posibilidad de resucitar las palabras que ya no se usan, porque el diccionario es el lugar en el que deberían estar todas las palabras: las que se usan y las que se usaron antes. No sabes qué te puedes encontrar viajando por los vocabularios antiguos. Las palabras llevan la sabiduría de lo vivido".

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