Aprender y olvidar.
Silbar, bailar, saltar, correr, jugar, gritar. Querer volar.
Un amanecer. Y también la noche más oscura.
Llorar de alegría y de amargura.
Saber perder; saber ganar.
Envejecer.
Acostumbrarse a las llegadas y a las partidas. Las idas y venidas.
Amar, aunque sea en desventaja. Pero amar...
Unos puntos suspensivos.
Una melodía triste.
Una pregunta abierta, sin respuesta.
Levantarse tras caer.
La casualidad. El equilibro. El placer. El miedo. La fragilidad. Un latido permanente.
Los besos que me diste.
Una sonrisa intermitente.
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