sábado, 8 de noviembre de 2008

MARCAPÁGINAS: PLATA QUEMADA

Las páginas de sucesos de los periódicos siempre han sido una interesante fuente de inspiración para los escritores a la hora de crear "sus historias". El asalto a un banco en el Buenos Aires de 1965 y los posteriores días de sangriento asedio policial a los atracadores implicados en Montevideo son rememorados por el argentino Ricardo Piglia en la célebre novela Plata Quemada.
Violenta y desgarradora hasta decir basta, Dorda y Brignone, sus protagonistas, son dos antihéroes, dos muchachos desheredados con un pasado oscuro y un futuro roto. Drogas y sexo anónimo son las únicas vías de escape que tienen para aislarse de su soledad y de su particular realidad lúgrube cargada de traiciones y desconfianzas, donde sólo sobrevive el que antes aprieta el gatillo y donde la policía es el enemigo y la sociedad juzga de manera gratuíta. Es la historia de una amistad auténtica entre dos hombres que nunca fueron amados y para los que morir no significa nada, porque nada tienen que perder.
Se trata de una novela para leer sin juzgar, que seducirá a los aficionados a los relatos que describen miserias humanas y amores extremos.
Para lo que prefieren una película a un buen libro, Plata Quemada tuvo también su versión cinematográfica, protagonizada por los actores Leonardo Sbaraglia y Eduardo Noriega.

"Un murmullo de indignación hizo rugir a la multitud.
-La queman.
-Están quemando la plata.
Si la plata es lo único que justificaba las muertes y si lo que han hecho, lo han hecho por platay ahora la queman, quiere decir que no tienen moral, ni motivos, que actúan matan gratuitamente, por el gusto del mal, por pura maldad, son asesinos de nacimiento, criminales insensibles, inhumanos. Indignados, los ciudadanos que observaban la escena daban gritos de horror y de odio, como en un aquelarre del medievo, no podían soportar que ante sus ojos se quemaran cerca de quinientos mil dólares en una operación que paralizó de horror a la ciudad y que duró exactamente quince interminables minutos...".

1 comentario:

Verónica Rodríguez dijo...

Tenía ganas de que este blog retomara vida. Tomo nota del libro.

Muá!