viernes, 22 de mayo de 2009

MARCAPÁGINAS: LAS BICICLETAS SON PARA EL VERANO

En 1984, Fernando Fernán-Gómez publicaba esta pieza teatral de llamativo título y que pronto sería adaptada por el cine. Las bicicletas son para el verano es, quizás, la obra literaria más valorada de este inolvidable artista (escritor, actor, director, guionista...), desaparecido en 2007.
Fernán-Gómez da forma a sus recuerdos infantiles y nos introduce en el humilde hogar de una familia madrileña en los días previos al Golpe de Estado de las tropas encabezadas por el general Francisco Franco el 18 de julio de 1936. A través de los personajes, somos testigos del desconcierto inicial, del miedo a la muerte, del hambre y la pobreza durante la interminable Guerra Civil y, cuando ya parecía que todo iba a terminar, del temor de los vencidos a las represalias.
El pueblo aparece dibujado como una víctima ajena de la contienda. Probablemente ese sea el mayor acierto de la obra: omite la propia guerra y se centra en el largo sufrimiento de unos ciudadanos que sólo querían vivir en paz. Sin embargo, la paz tardaría mucho tiempo en llegar.
La bicicleta se convierte en un símbolo, en una metáfora de la libertad perdida: antes del estallido de la guerra, el hijo pequeño de la familia protagonista les pide a sus padres que le compren una. Evidentemente, la situación obliga a postergar la compra mucho más de lo esperado.
Aún hoy, ochenta años después, quedan reflejos de todo aquel dolor y del odio acumulado entre dos bloques, las "dos Españas", durante mucho tiempo enemigas irreconciliables. Por eso, para evitar cometer los mismos errores del pasado combiene echar la vista atrás, aunque a algunos no les guste. Y la primera lección es que no debemos dejarnos manipular por quienes ostentan o pretenden alcanzar el poder. Porque, al final, los ciudadanos somos los que más tenemos que perder.

"DOÑA DOLORES.- Pero, ¿qué pasa? ¿Qué jaleo es éste? ¡Baja esa radio!
LUIS.- Si es que seguramente darán noticias, mamá.
DOÑA DOLORES.- ¿Qué noticias?
LUIS.- Dicen que se han sublevado los militares.
DOÑA DOLORES.- ¡Dios Santo!
PABLO.- Hay guerra.
LUIS.- No, esto no es guerra. Es un golpe de Estado.
DOÑA DOLORES.- ¿Y eso qué es, Luisito?
LUIS.- No sé explicártelo, mamá. Pero no es guerra.
DOÑA DOLORES.- ¿Y tu padre? ¿Se habrá enterado ya tu padre?
LUIS.- Claro que se habrá enterado.
DOÑA DOLORES.- Si no, habría que bajar al taller del escultor y llamarle por teléfono.
LUIS.- Calla, mamá, calla. Dan noticias.
LOCUTOR DE LA RADIO.- ...una parte del Ejército de Marruecos se ha levantado en armas contra la República. Nadie, absolutamente nadie, se ha sumado en la Península a este empeño...".

2 comentarios:

Verónica Rodríguez dijo...

Bicicletas para todos.
Muá!

Anónimo dijo...

ere el mejor critico literario que conozco¿no has pensado dedicarte a ello?,un besote
M.J