jueves, 27 de diciembre de 2012

Te Veo: LOS PROTAGONISTAS TELEVISIVOS DE 2012

Mal año este 2012 que a punto estamos de finiquitar para nuestra televisión (y para el periodismo, en general): caída en picado de ingresos publicitarios, lo que se ha traducido en menos presupuestos y estrenos; interminables procesos de ERE en medios públicos... Así, la protagonista indiscutible de estos doce meses ha sido la crisis también detrás de las cámaras. Desgraciadamente, el nacimiento de nuevos canales no ha venido acompañado de un aumento de puestos de trabajo, sino todo lo contrario. Por eso, quiero dedicar esta columna a esos profesionales que están pasando por momentos complicados por la falta de empleo y por el empeoramiento de sus condiciones laborales; dramas que, paradójicamente, no tienen cabida en los informativos.
Nada más comenzar el año, el Ejecutivo anunció un recorte del presupuesto de RTVE de 200 millones de euros y, poco después, el Consejo de Administración de la Corporación tomaba medidas drásticas: la reducción de la estructura directiva, la bajada de sueldos de sus presentadores y, lo más llamativo, la congelación de algunas de sus producciones estrellas, como Águila roja, Gran reserva o Cuéntame cómo pasó. En principio, las tres regresarán en 2013. En cambio, Amar en tiempos revueltos emitió su último episodio a mediados de noviembre. Sin embargo, conscientes del filón, Antena 3 ha adquirido los derechos y ofrecerá una continuación a partir de enero con el título de Amar es para siempre. Las mentes retorcidas ven en la salida del serial de posguerra de La 1 más una razón ideológica que económica…

Además de ajustes, el cambio de Gobierno generó un terremoto en los pasillos de la televisión pública. Una de las primeras decisiones del nuevo presidente de RTVE, Leopoldo González-Echenique, fue el cese de Fran Llorente como director de los informativos, tras ocho años en el cargo, etapa durante la cual los Telediarios recibieron numerosos reconocimientos internacionales. Su sustituto, Julio Somoano, periodista procedente de Telemadrid, no ha empezado con buen pie: a la pérdida de audiencia en los distintos espacios (el Telediario 2, presentado por la muy cuestionada Marta Jaumandreu, ha cedido el liderato a las televisiones privadas), se suma las críticas por la selección y localización de noticias en la escaleta, y las acusaciones de manipulación en reportajes del mítico Informe Semanal.

Tampoco le tembló el pulso a la nueva dirección del ente a la hora de despedir a Ana Pastor, hasta entonces al frente de Los desayunos de TVE, algo previsible por sus continuos enganchones durante la anterior legislatura con vacas sagradas del PP (sin acritud), como Esperanza Aguirre y María Dolores de Cospedal. No es la primera ni, por desgracia, será la última profesional que cede su asiento por decisiones políticas en medios públicos, pero su caso indignó a los internautas especialmente. Poco después, Pastor anunció su fichaje por CNN
Y la llegada del Partido Popular a la Moncloa abrió las puertas de TVE a los toros. La cadena pública llevaba seis años sin emitir la mal llamada fiesta nacional porque entendía que vulneraba el horario de protección infantil. Cuestión de perspectivas...
En las televisiones autonómicas, la tijera, en forma de ERE, amenaza un modelo cuestionado y deficitario, debido a gestiones irresponsables e interesadas. Y, como siempre, pagan los que menos culpa tienen. Un total de 1.198 empleados abandonarán RTVV en los próximos meses en el marco de un proceso vergonzoso y arbitrario llevado a cabo por el Consell sin un mínimo de tacto y sensibilidad. A priori, se externalizará buena parte de la programación, que estará marcada por la austeridad y, dicen, el servicio público. La Radiotelevisión Valenciana está siendo el conejillo de indias y todo parece indicar que Telemadrid y Canal Sur podrían seguir su ejemplo a corto plazo.

En otro orden de cosas, Tele 5 retrasó el estreno de su anunciado La Voz hasta después del verano y la jugada le salió redonda. Jesús Vázquez volvía a la cadena donde empezó, tras su corto paso por la hermana pequeña Cuatro, y lo hacía acompañado por Melendi, Malú, Rosario Flores y David Bisbal. Había dudas sobre el funcionamiento del formato tras el sonado batacazo de la última edición de Operación Triunfo. Sin embargo, el éxito del primer programa grabado de audiciones ciegas disipó todos los miedos. Y aunque las galas en directo y ciertas polémicas, como la deserción del concursante invidente Ruimán, deslucieron el conjunto, el público no se separó de la pantalla hasta ver cómo el heavy Rafa se proclamaba vencedor. La final se convertía en el espacio de entretenimiento más visto de la última década. 

La voz que se apagó para siempre fue la de José Luis Uribarri, mítico presentador de programas como Aplauso y sabio narrador del Festival de Eurovisión en 18 ocasiones, entre 1969 y 2012. Una hemorragia cerebral acabó con su vida a los 75 años. También dijimos adiós a Carlos Larrañaga, quien siempre será recordado como el galán caradura Adolfo, de Farmacia de guardia; a Juan Luis Galiardo, a quien pudimos ver en un último papel en la serie Gran Hotel; a Sancho Gracia o, lo que es lo mismo, el bandolero Curro Jiménez; al payaso Miliki, amigo de los niños de varias generaciones; a Paco Valladares, polifacético actor, compañero fiel de María Teresa Campos en sus sketches humorísticos; a Larry Hagman, malo entre los malos por culpa de su icónico J.R. de la serie Dallas; a Tony Leblanc, Marisa Medina, Pepe Rubio, Dani Montesinos, Pedro Macía, Quique Camoiras, Paco Morán y tantos otros que entraron a nuestra casa a través de la pequeña pantalla. 

Si alguien pensaba que los realitys estaban de capa caída, se equivocaba. Gran Hermano 12 + 1, con una Mercedes Milá que dejó los trajes regionales y los vestidos de hortaliza para la intimidad, recuperó el interés perdido en las últimas ediciones. Luján Argüelles, siempre dispuesta a actuar como alcahueta con granjeros o todo bicho viviente que lo necesite, nos descubrió a los tróspidos (concepto que la RAE debería pensar en incluir en su diccionario aunque nadie sepa lo que significa), gracias a ¿Quién quiere casarse con mi hijo?, un espacio tan superficial como divertido. Alberto Chicote entró arrasando en los restaurantes dispuesto a sacar los colores a más de uno con su Pesadilla en la cocina, un éxito sin precendentes para La Sexta. Y la arriesgada MTV volvió a poner el foco en la realidad más desenfadada y friki; primero, con la segunda parte de las aventuras de Alaska y Mario y, para rematar, con esa reunión de bíceps y testosterona juvenil llamada Gandia Shore.

Aunque este año no hubo Supervivientes, a Jorge Javier Vázquez no le faltaron oportunidades de demostrar su versatilidad. Además de Sálvame Diario y Sálvame Deluxe, el presentador catalán afrontó un nuevo reto. Se enfundó "el traje de Isabel Gemio" y, así, se dedicó a dar sorpresas y propiciar reencuentros en Hay una cosa que te quiero decir. Lo que nació como una apuesta tímida, se ha consolidado como una de los mejores prime times de Tele 5
Quizá sin pretenderlo, otra de las protagonistas de 2012 ha sido Mariló Montero. La presentadora de La mañana de La 1 incendió las redes sociales primero con su entrevista llena de pullas y dardos envenenados a una angelical y nada oxidada Anne Igartiburu (nunca una entrevista promocional fue más tensa), y después con su polémico editorial sobre las almas que presuntamente acompañan a los órganos en los trasplantes, a raíz de un trágico asesinato. No ha estado muy atinada, la verdad. Pero lo cierto es que, aunque por ser objeto de mofa y crítica, ha visto aumentada su popularidad. Si hasta hace unos meses pocos conocían su nombre, ahora muchos matarían por su alma.

Twitter también echó humo el día que la voluntariosa Remedios Cervantes metió la pata al cambiar in extremis la apuesta del concursante al que acompañaba en Atrapa un millón. Le hizo perder 5.000 euros. Los responsables del espacio le dieron una segunda oportunidad al muchacho en cuestión y éste acabó ganando 15.000. 
Temporada de tropezones para presentadores clásicos. Andreu Buenafuente y Javier Sardá no lograron el favor de la audiencia los domingos en Antena 3 con sus espacios Buenas noches y Buenafuente y Usted perdone, respectivamente. Tampoco Julia Otero y sus Entrevistas a la carta, ni Ramón García con su concurso cultural ¿Conoces España? interesaron en TVE. Jaime Cantizano no supo encontrar su sitio tras la retirada de Dec y, después de dar la nota en un concurso de cante veraniego, anunció que no renovaba su contrato con la emisora del Grupo Planeta. Lo mismo le ha ocurrido a Pilar Rubio con Tele 5. A los fracasos de años anteriores de OT y Piratas, añadió el de Todo el mundo es bueno, junto a José Corbacho. De momento, no continuará en la cadena amiga.

La Sexta sigue en su empeño de resucitar el espíritu del desaparecido Sé lo que hicísteis. Lo intentó con Alguien tenía que decirlo, un espacio de corazón para "machotes", pero pinchó. Anne Igartiburu tampoco fue capaz de revitalizar la tarde de La 1 con su +Gente. Tras dar carpetazo definitivo a Otra movida en Neox, Dani Martínez empezó a preparar Guasap, un espacio de humor en Cuatro para competir con Pablo Motos y sus hormigas. Sin embargo, tras varios pilotos, el equipo y Mediaset decidieron desechar el proyecto. Su franja la ocupó una de esas rarezas que llegan sin hacer ruido y que, por sorpresa, se hacen un hueco: Lo sabe, no lo sabe, presentado por Juanra Bonet.
Por su parte, Paula Vázquez regresó a Antena 3 para reivindicar que es la mejor presentadora de programas espectáculo de este país, con permiso de las ya mentadas Anne Igartiburu y Pilar Rubio. No obstante, su desembarco no fue del todo triunfal: el talent show Número Uno, con un jurado de lujo formado por Miguel Bosé, Ana Torroja y David Bustamante, entre otros, obtuvo una notable acogida, pese a que fue perdiendo seguimiento progresivamente. La segunda edición todavía está en el aire. En cambio, su otro formato, Te lo mereces, fue retirado con sólo tres entregas.    

Para la reina de las mañanas, Ana Rosa Quintana, el primer semestre fue complicado. Su principal competidora, Susana Griso, empezó a pisarle los talones e hizo tambalear su cetro. Tras el descanso estival, con cambio de director, enfoque y colaboradores, El programa de AR recuperó sobre Espejo Público el control de una franja cada vez más plagada de sucesos y dramas humanos. 
Este verano, dos grandes acontecimientos deportivos dominaron los audímetros. Primero, la Selección Española de Fútbol demostró en Tele 5 que no hay dos sin tres. 15.481.000 espectadores (el 83,4 % de share) siguieron en directo la final de la Eurocopa ante Italia, convirtiéndose en la emisión más vista desde que existen las televisiones comerciales. Los curiosos nos quedamos esta vez sin beso entre Íker Casillas y su novia Sara Carbonero. Por cierto, la periodista deportiva se convirtió de nuevo en el centro de la polémica por su comentada entrevista a Iniesta y por el hanstag de Twitter #graciasSara, en el que se burlaban de su papel durante las retransmisiones. Por su parte, TVE nos informó religiosamente de los Juegos Olímpicos de Londres, en los que la expedición nacional logró 17 medallas. Gemma Mengual recibió numerosas críticas por la dureza de sus valoraciones en su debut como comentarista. En cambio, la exgimnasta Almudena Cid y el exnadador Javier Soriano acumularon los mayores elogios.

En el ámbito de la ficción nacional, despedimos en estado de coma (tal vez inducido por la propia cadena), al doctor Vilches y al resto de integrantes de Hospital Central, tras doce temporadas en la parrilla. También se fueron por la puerta de atrás Los protegidos de Antena 3. No cuajaron la futurista La fuga, las históricas Toledo e Imperium, ni la simple Okupa2. Aunque por los pelos, sí se ganaron una segunda temporada Luna, el misterio de Calenda, Frágiles y Con el culo al aire. La pandilla de Pulseras rojas nos conquistó este verano con su ternura y la reina Isabel vino a reivindicar que para vidas de telenovela, la suya; ambas volverán próximamente. Habrá que esperar para ver qué ocurre con la recién estrenada Fenómenos, que tras un espectacular arranque, ha ido perdiendo fuelle capítulo a capítulo. Mención aparte merece La que se avecina, que gracias a las innumerables reposiciones en la TDT, ha logrado calar entre el público juvenil y alcanzar, en su sexta temporada, las cifras más altas desde su nacimiento.

Además, otras noticias televisivas marcaron el 2012: Pepa Bueno dejó TVE para presentar Hoy por hoy junto a Gemma Nierga en la Ser; gracias a su participación en Tu cara me suena, Arturo Valls y Anna Simón vieron aumentada su popularidad y se convirtieron en imprescindibles en cualquier especial de su cadena; La Noria dejó de girar y su hueco los fines de semana pasó a ser ocupado por El gran debate, también presentado por Jordi González y Sandra Barneda; en octubre, La 1 estrenaba Audiencia pública, programa dedicado a la Casa Real; Frank Cuesta o, lo que es lo mismo, Frank de la Jungla anunciaba por sorpresa que dejaba "el hipócrita mundo de la televisión"; Jorge Javier Vázquez y María Teresa Campos protagonizaron un tenso enfrentamiento en Sálvame diario; Sandra Sabatés sustituyó a Beatriz Montañés como compañera de El Gran Wyoming al frente de El Intermedio, que hace unos meses cumplió 1.000 programas; nacieron Energy, Discovery Max y Paramount Channel; House y Gossip girl se despedían para siempre, mientras que Homerland acumulaba los principales galardones del sector; se materializó la fusión entre Antena 3 y La Sexta...

Se acaba un año marcado por la continuidad, con pocas sorpresas y una audiencia cada vez más segmentada. Doce meses en los que la televisión ha estado más preocupada por mostrar en directo el juicio a Isabel Pantoja o el asedio al asesino de El Salobral que los disturbios entre manifestantes y policía en las calles de nuestro país. 366 jornadas en los que los españoles hemos pasado una media de 246 minutos diarios delante de la caja tonta, siete más que en 2011. Como es tradición, la mayoría de ciudadanos recibiremos 2013 con la tele encendida. Y lo haremos con la esperanza de que todo mejore; también el medio que descubrió en 2012 que no era ajeno a los efectos de la crisis.

No hay comentarios: